La plantilla de Emesa exige la venta de la planta de Sabón para evitar el cierre
Los trabajadores se concentraron el viernes delante de las instalaciones, en el polígono de Sabón
N L.T. ARTEIXO | Actualizado 24 Junio 2012 - 05:19 h.
Los trabajadores se concentraron el viernes delante de las instalaciones, en el polígono de Sabón
Están dispuestos a llegar hasta donde haga falta para defender los 71 puestos de trabajo de Emesa Trefilería y evitar el cierre de la factoría en el polígono industrial de Sabón. “Porque é viable e porque temos carga de traballo”, señala Óscar González, secretario del comité de empresa de la planta arteixá, propiedad del grupo portugués Previdente.
La plantilla, que ha convocado un calendario de movilizaciones ante el anuncio de la dirección de cerrar la fábrica y despedir al personal, tratará por todos los medios que Previdente, antes de cesar la actividad, venda sus instalaciones de Sabón. “Porque –insisten– temos carga de traballo para seguir, pero non nos deixan desde Portugal”.
Los trabajadores aseguran que la dirección del grupo luso “leva tempo provocando perdas económicas, ao desviar a carga de traballo á planta que posúen no norte de Portugal co obxectivo de centralizar alí a producción e pechar Emesa Trefilería”.
Pérdidas
En este sentido, desde el comité explican que en la factoría del parque de Sabón no disponen, porque Oporto no se la suministra, de materia prima para poder realizar los encargos, lo que multiplica las pérdidas: “Segundo os nosos cálculos, a empresa leva perdidas entre 7.000 e 8.000 toneladas de pedidos no que vai de ano, a causa, precisamente, de non poder servir os pedidos”, apunta Óscar González.
“Outros traballos xa confirmados foron anulados polo mesmo motivo”, añaden las mismas fuentes de la plantilla, que el próximo jueves, día 28, se concentrará delante de los edificios de la Xunta en A Coruña.
A ojos del comité de empresa, la situación actual es el resultado de una maniobra premeditada, cuyo origen los trabajadores sitúan en el año 2004, en el momento en que el grupo luso adquiere la planta de Arteixo. “O que querían era collernos o mercado, e sacaron todo o que puideron, xa que entre 2004 de 2008 fomos moi rentables para o grupo Previdente”.
Los trabajadores dicen que la factoría es viable porque dispone de “carga
de traballo”
de traballo”
Denuncias
El lunes, la plantilla realizó una protesta para denunciar públicamente el proceso al que se enfrentaban, “xa que dende o pasado mes de febreiro non tiñan información a respecto das instencións do propietario”, pero ahora “xa non é unha sospeita nin unha ameaza”, sino “unha realidade”, apostilla González.
En cualquier caso, aunque el expediente de extinción del que advierten los empleados no ha sido presentado de forma oficial, las informaciones trasladadas el pasado viernes por el administrador de la firma, “vén de confirmar as denuncias feitas nos últimos meses polo comité, nas que se alertaba de que Previdente estaba a provocar premeditadamente unha situacion de perdas económicas, desviando a carga de traballo a otras empresas no norte de Portugal”.
Reconocimiento
Elaborados Metálicos SA (Emesa) es una de las industrias de referencia de A Coruña, donde se fundó en los años 50. En 1989, fue adquirida por la pública Ensidesa, privatizada cuatro años después y transformada en Arcelor, cuyos gestores vendieron Emesa Trefilería en 2004 al grupo portugués Previdente.
Los operarios, cuya media de edad ronda los 40 años, aseguran que la compañía lusa aprovechó su buen hacer y el reconocimiento internacional de sus productos para formar a sus empleados portugueses y para absorber la clientela, como la de Marruecos y Estados Unidos.
La plantilla realizó una primera protesta urgente el viernes a última hora de la tarde a las puertas de la factoría de Sabón. Con esta convocatoria, los trabajadores quisieron demostrar, de partida, su total y absoluto rechazo al anuncio de cierre de las instalaciones confirmado solo unas horas antes por el administrador de Emesa, director de la fábrica lusa y responsable del mercado en la península ibérica.
En los próximos días, los empleados decidirán nuevas movilizaciones y si elevan el tono de sus protestas, a la espera de una reunión con Industria.
Fuente: www.elidealgallego.com
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