Cambre, sonido sin
barreras
Más
de cincuenta vecinos de dos urbanizaciones de Cecebre presentan firmas para
denunciar el ruido ocasionado por los conciertos del festival Brincadeira, a
cuatro kilómetros de sus casas
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Asistentes a un concierto del Brincadeira,
el pasado fin de semana, en Cambre. / juan varela
Los conciertos del
Brincadeira molestaron más a unos vecinos que a otros. Y no fueron los más
próximos los peor parados. Más de 50 vecinos han firmado para protestar ante el
Ayuntamiento por las molestias ocasionadas por el volumen de los conciertos;
todos ellos son residentes en urbanizaciones de Cecebre. La inexistencia de
barreras provocó que el sonido llegase más nítido al entorno de la presa, a
cuatro kilómetros, que al centro del pueblo. El PSOE critica que el Gobierno
local no intentase reducir las molestias
SARA VÁZQUEZ| CAMBRE.- 15 de agosto de 2012.- El sonido fluyó libre
entre el recinto que Cambre reservó a los conciertos del festival Brincadeira y
Cecebre. La inexistencia de barreras naturales entre ambas localizaciones
provocó que los vecinos de dos urbanizaciones de la parroquia próxima al
embalse, a cuatro kilómetros de los escenarios, percibiesen el sonido de las
actuaciones, que durante cuatro días comenzaron a las 15.00 horas y terminaron
de madrugada, con mayor nitidez que los residentes en Cambre, al lado del
recinto del festival.
Las quejas presentadas ante el Ayuntamiento plasman la diferencia entre las
molestias acústicas que sufrieron los vecinos de Cecebre y los cambreses.
Cincuenta y cuatro vecinos remitieron sus firmas al Concello para denunciar el
ruido del los conciertos y toda ellas, aseguran fuentes del Gobierno local,
corresponden a vecinos de dos urbanizaciones próximas al encoro.
El Ejecutivo municipal asegura que ha enviado cartas personales para
disculparse por las molestias ocasionadas. El alcalde, Manuel Rivas, intentó en
las misivas trasladar a los ciudadanos los beneficios que reportó a las
empresas locales la asistencia de público atraído por los conciertos. El Concello
cifró en 30.000 los visitantes que se acercaron a Carral durante los cuatro
días del Brincadeira. El regidor se compromete a estudiar cómo minimizar el
impacto acústico de cara a próximas ediciones del festival.
El grupo municipal del PSOE critica que el alcalde garantice ahora que
intentará reducir el ruido de cara a futuras celebraciones del festival en
lugar de haber intentado paliarlo en los cuatro días de duró la edición recién
terminada. Los socialistas consideran "una falta de respeto" las declaraciones
del regidor, a quien recuerdan que "tuvo cuatro días para 'minimizar' las
molestias". El PSOE censura que se aumentase el volumen la segunda jornada
de conciertos, cuando se alcanzaron, aseguran, los 300.000 vatios, y que se
incumpliesen los horarios. Los socialistas denuncian "sensación de
inseguridad" tras intentos de robo y daños que, afirman, registraron casas
del entorno del festival.
Fuente: www.laopinioncoruna.es
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