«Na segunda contracción aguantei cunha man a cabeza
da nena e na terceira xa saíu disparada», asegura la madre
E. Silveira
A Coruña /
la voz 15 de enero de 2013 05:00
En el
cuartel de la Policía Local de Cambre ya se lo toman a broma, pero la
casualidad ha hecho que en menos de una semana dos agentes hayan sido padres de
una forma un tanto peculiar. El miércoles pasado Pachi tuvo que salirse de la
autopista para que pudieran asistir a su mujer en el centro de salud de Cambre
porque no llegaban al hospital. Y el domingo, otro policía local de Cambre,
Iván Bugallo, ni tuvo tiempo para coger los abrigos porque tuvo que ayudar a su
mujer, Paula, a dar a luz en el salón de su casa, en Oleiros.
Todavía
cansados, explican que todo sucedió muy rápido. Ella llevaba varias horas con
contracciones, pero de forma irregular. Por eso se lo tomaron con calma. Pero
en cuanto rompió aguas, todo se precipitó: «Deume tempo a
quitar os pantalóns e os calcetíns. E xa notei que tiña que empuxar. Na segunda
contracción aguantei cunha man a cabeza da nena [se llama Vera] e na terceira
xa saíu disparada», relata con
sorpresa la madre. Iván tuvo tiempo para coger unas toallas con la ayuda de su
suegra y llamar al 112. Aunque él recibió formación para atender partos, «nese momento
quedei en branco», dice, y los
médicos al otro lado del teléfono le recordaron lo que debía hacer. Usó hilos
de lana para hacer dos nudos en el cordón umbilical, limpió y envolvió en
mantas a su hija y enseguida llegó la ambulancia. Ahora, los tres están en el
hospital.
Fuente: www.lavozdegalicia.es
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