fabrica de armas
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El
fatídico día marcado en el calendario llegó ayer para la Fábrica de Armas de A
Coruña. Después de meses luchando para conseguir que la planta de Pedralonga se
mantuviera abierta a pesar de los planes de General Dynamics, los 70
trabajadores que aún quedaban en plantilla recibían a primera hora de la mañana
de ayer sus cartas de despido. No había más remedio. Los empleados aceptaban la
noticia y firmaban: no conformes. A la oferta lanzada por la empresa para
recolocar a 15 jóvenes en la fábrica de Granada, solo tres habían contestado
positivamente.
Críticos con la decisión de la multinacional y convencidos de que la actividad industrial tiene futuro en Santa Bárbara, los trabajadores comenzaban a las 14.30 horas de ayer un encierro indefinido. Un cierre que durará lo que la empresa estime, pues los trabajadores son conscientes de que pronto irán a desalojarles. Al finalizar el último turno de trabajo (las 14.30 horas), la relación laboral de los empleados con la empresa quedaba extinguida, por lo que la multinacional entiende que su permanencia en el interior de la fábrica no tiene razón de ser. Por ello, los trabajadores están preparados para tener que enfrentarse a un desalojo forzoso en cualquier momento.
Mientras tanto, como señalaba ayer el presidente del comité de empresa, Roberto Teixido, ellos siguen y seguirán defendiendo que la fábrica de A Coruña tiene futuro. De hecho, acusan a General Dynamics de exponer razones falsas para justificar el cierre. Señalan que la multinacional miente al decir que no es posible reconvertir en ERE en una regulación temporal para buscar alternativas de futuro, y también acusa a la empresa de mentir al señalar que los productos que se fabrican en A Coruña no son necesarios. Teixido recuerda que solo en Pedralonga se fabrica armamento ligero y se cuestiona “quién surtirá ahora al Ejército español”.
Críticos con la decisión de la multinacional y convencidos de que la actividad industrial tiene futuro en Santa Bárbara, los trabajadores comenzaban a las 14.30 horas de ayer un encierro indefinido. Un cierre que durará lo que la empresa estime, pues los trabajadores son conscientes de que pronto irán a desalojarles. Al finalizar el último turno de trabajo (las 14.30 horas), la relación laboral de los empleados con la empresa quedaba extinguida, por lo que la multinacional entiende que su permanencia en el interior de la fábrica no tiene razón de ser. Por ello, los trabajadores están preparados para tener que enfrentarse a un desalojo forzoso en cualquier momento.
Mientras tanto, como señalaba ayer el presidente del comité de empresa, Roberto Teixido, ellos siguen y seguirán defendiendo que la fábrica de A Coruña tiene futuro. De hecho, acusan a General Dynamics de exponer razones falsas para justificar el cierre. Señalan que la multinacional miente al decir que no es posible reconvertir en ERE en una regulación temporal para buscar alternativas de futuro, y también acusa a la empresa de mentir al señalar que los productos que se fabrican en A Coruña no son necesarios. Teixido recuerda que solo en Pedralonga se fabrica armamento ligero y se cuestiona “quién surtirá ahora al Ejército español”.
críticas
Teixido recordó que lo único que han pedido siempre los trabajadores para la planta coruñesa es “el mismo trato que se les ha dado a Murcia y Palencia”, fábricas donde se ha dado el tiempo suficiente (dos años y 16 meses respectivamente) para encontrar alternativas empresariales. Por ello, y aún entendiendo que el cierre de la factoría coruñesa es “una decisión empresarial”, ven en ella una fuerte “carga política”. Y lo ven tanto en el aval que ha mostrado el Ministerio de Defensa a la postura de General Dynamics, como en “la falta de decisión de la Xunta”, dice Teixido.
“No es de recibo que el delegado del gobierno justifique el cierre, porque no es justificable ni entendible”, criticaba el presidente del comité, al tiempo que señalaba que los trabajadores se sienten “huérfanos de presidente”. Critica así la ausencia de compromiso, dijo, de Núñez Feijóo, a quien volvió a acusar de “incompetente”. “Pobres gallegos que cuentan con el amparo de Feijóo, porque si este tema tan fácil no lo solucionó...”, ironizó Teixido. Visiblemente emocionado, insistía en que este proceso supone un “genocidio industrial para la ciudad”. n
Teixido recordó que lo único que han pedido siempre los trabajadores para la planta coruñesa es “el mismo trato que se les ha dado a Murcia y Palencia”, fábricas donde se ha dado el tiempo suficiente (dos años y 16 meses respectivamente) para encontrar alternativas empresariales. Por ello, y aún entendiendo que el cierre de la factoría coruñesa es “una decisión empresarial”, ven en ella una fuerte “carga política”. Y lo ven tanto en el aval que ha mostrado el Ministerio de Defensa a la postura de General Dynamics, como en “la falta de decisión de la Xunta”, dice Teixido.
“No es de recibo que el delegado del gobierno justifique el cierre, porque no es justificable ni entendible”, criticaba el presidente del comité, al tiempo que señalaba que los trabajadores se sienten “huérfanos de presidente”. Critica así la ausencia de compromiso, dijo, de Núñez Feijóo, a quien volvió a acusar de “incompetente”. “Pobres gallegos que cuentan con el amparo de Feijóo, porque si este tema tan fácil no lo solucionó...”, ironizó Teixido. Visiblemente emocionado, insistía en que este proceso supone un “genocidio industrial para la ciudad”. n
Fuente: www.elidealgallego.com
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