martes, 18 de junio de 2013

«AQUÍ VIVIRÁ EL HIJO DEL RICO, EL DEL POBRE NO»



Escrito por:j. becerra/ c. punzón/ e. álvarez
a coruña, vigo, santiago / la voz  18 de junio de 2013  05:00
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ValoraciónA Jonathan le tocaba ayer cambiar el corsé. Con él trata la escoliosis que le desvía la columna vertebral. Este lo cubre el Sergas, pero su madre, María del Carmen, ya le ve las orejas el lobo. «Hasta ahora pagábamos unos 30 euros y el resto lo asumía el Sergas. Con este nuevo sistema nos obliga a asumirlo todo a nosotros y no estoy nada de acuerdo». Habla en la Ortopedia Adico, en la zona de Los Castros, de A Coruña, y no duda en dar un veredicto: «¿Qué paso si yo no tengo el dinero? ¿Se va a quedar mi hijo sin curarse porque no podemos pagarle un corsé? Volvemos a los tiempos de antes. Aquí vivirá el hijo del rico, el del pobre no». El corsé que lleva Jonathan cuesta algo más de 700 euros. Si en diciembre persiste su problema habrá que cambiarlos. «Habrá que reservar dinero, a no ser que esto vuelva a ser como tiene que ser, como era hasta ahora ».
El clima de malestar es similar entre clientes y ortopedias de toda Galicia. La facturación de este sector cayó en Valencia un 60 % desde que se implantó un sistema de pago de prótesis similar al que ahora impone la Xunta, advierte Luis Collazo Lago, responsable de la firma viguesa OrtoAtlántica. «Desde luego yo no me haré cargo de las facturas más que de los clientes que conozca, pero no voy a adelantar el dinero a desconocidos sin ningún tipo de garantía de cobro como pretende la Administración, porque esto no es una oenegé, es una empresa», advierte Collazo.
El ortopeda asegura además que el libro de precios que maneja el Sergas es mucho menor en muchos productos que el real. «Las medias de silicona para amputados que cuestan 400 euros nos las ponen a 90, y lo mismo con sillas de ruedas que valen 370, fijan su precio a 270. A esos precios no los podremos vender», anuncia. Y asegura no entender por qué se genera un conflicto tan relevante por el 0,01 % de los gastos del Sergas. «Hablamos de ocho millones de euros en total», cuantifica Collazo, mientras augura problemas serios por la reutilización sin supervisión de prótesis, muletas, camas o sillas no adecuadas o sin adaptar a cada caso.
En Santiago insisten en el mismo argumento. «Nadie en su sano juicio va a hacer el endoso, a no ser que quiera ir a la ruina», dice Carmen, responsable de la ortopedia Xeral. En este local la tarde es tranquila, muy tranquila, aunque admiten que el motivo no es la entrada en vigor del modelo de las prótesis. «La gente tiene tantas preocupaciones, que es una más. Primero se reducen las prescripciones, ahora hay que adelantar el dinero, ya todo son preocupaciones», dicen.

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