La adjudicataria pidió 12.000 euros por los
30 días o prorrogar la concesión tres años - Desde 2013 solo tiene que abrir
julio y agosto
Sara Vázquez
| Cambre 14.06.2013 | 02:22
El concejal de Deportes. La reducción
afecta a las instalaciones descubiertas de Cambre y O Temple
Las piscinas
descubiertas de Cambre y O Temple abrirán este año un mes menos que hasta
ahora. Las instalaciones funcionarán en julio y agosto, mientras que desde 2007
permanecían activas desde el 15 de junio hasta el 15 de septiembre. El pliego
de condiciones de la adjudicación prevé que a partir de este año solo deben
abrir los meses de julio y agosto y el Concello no ha logrado llegar a acuerdo
con la empresa por considerar "desmesurada" la propuesta.
La
concesionaria, Hebe Sport, que gestiona estas dos piscinas descubiertas en
época estival y cubierta de A Barcala durante todo el año, pidió al
Ayuntamiento 12.000 euros por el mes de actividad que este año ya no tiene que
cubrir o, en su defecto, la ampliación hasta 2020 de la concesión, que finaliza
en 2017. El concejal de Deportes, Fernando Caride, considera
"inmoral" el gasto para el Concello, por lo que descartó abonar la
cantidad pedida por la empresa. En cuanto a la opción de prorrogar el contrato,
el edil señala que resulta "ilógico" cuando e han producido
desavenencias al considerar insuficiente la labor de mantenimiento que
desarrolla la adjudicataria en la piscina de A Barcala, que llegó incluso a
registrar quejas de usuarios.
Caride
compara la cantidad que la empresa pedía para gestionar las dos piscinas con la
que recibe la adjudicataria de la instalación de Cecebre: 13.000 euros por los
tres meses de verano. El concejal asegura, además, que lo contrastó con el
presupuesto para dos quincenas de otra empresa y, aunque elude facilitar la
cifra concreta, afirma que era "mucho menor".
La
posibilidad de encargar la gestión durante esos quince días a otra empresa
resulta "ilógica" para Caride. El edil explica que la mayor parte del
trabajo consiste en adaptar la instalación para la actividad después de
permanecer durante meses cerrada. "Una empresa no puede hacer ese trabajo
los quince primeros días porque después no lo amortiza", señala el edil.
La gestión
de las piscinas descubiertas está incluida en el contrato para la de A Barcala.
La empresa gestiona esta instalación por "riesgo y ventura", es
decir, que obtiene beneficio de las cuotas que pagan los usuarios, explica
Caride. La concesión fue adjudicada en 2004, detalla Caride, y en 2007 se
introdujo una modificación en las condiciones que recogía que, en verano, se
abrirían desde entonces de 15 de junio a 15 de septiembre, en lugar de solo
julio y agosto. Pero este requisito se fijó solo hasta 2013, cuando la empresa
podía volver a abrir las piscinas descubiertas solo durante dos meses. "No
sé por qué se hizo así, no tiene sentido", reflexiona el responsable del
departamento municipal de Deportes.
Las
diferencias entre el Concello y la concesionaria de la piscina se remontan a
hace más de un año. Tras recibir quejas de los usuarios de la piscina sobre el
estado y el mantenimiento, el Concello encargó una auditoría externa, que
corroboró las denuncias al advertir de deficiencias en las instalaciones.
Goteras, asientos de máquinas del gimnasio rajados o paredes desconchadas
fueron algunas de las carencias que el informe detectó en la piscina. Caride
concedió entonces un plazo de treinta días a la adjudicataria para reparar los
desperfectos localizados en las instalaciones y advirtió de que, si no
subsanaban las deficiencias, adoptaría "las medidas oportunas".
Fuente: www.laopinioncoruna.es
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