El presidente de la delegación que visitó Galicia ve inmundicia en la costa
gallega y retraso en atajarla
Carlos Punzón
Vigo / la
voz 21 de febrero de 2013 05:00
El
Parlamento Europeo ya sabe qué es una ría y su importancia para Galicia. Pero
precisamente por ello, la Cámara comunitaria no se explica cómo los gallegos
han dejado que se deterioren tanto y han tardado en exceso en iniciar su
recuperación.
«Es un
escándalo como está la ría de O Burgo»,
dijo ayer el conservador francés Philippe Boulland ante eurodiputados de todas
las nacionalidades y colores políticos en la Comisión de Peticiones que escuchó
el primer balance que hacía en Bruselas la delegación que la pasada semana recorrió parte de las rías gallegas para
comprobar su nivel de contaminación.
Boulland,
que ejerció de presidente de la comisión investigadora, trazó en su
intervención tres escenarios en el análisis previo al informe que en mayo dará
a conocer el Parlamento Europeo respecto a las aguas de Galicia. La ría de Vigo, la que motivó en 1999 las denuncias que ahora se
sustancian, está camino de mejorar con la nueva depuradora, según adelantó el
eurodiputado francés. «Las autoridades regionales no nos han ocultado que tanto
en Vigo como en Ferrol les ha llevado bastante tiempo reaccionar, pero hemos
visto que el problema en O Burgo son los lodos depositados de materia orgánica
y fecal, muy compactada y que casi alcanza los dos metros de altura y ocultan
dos terceras partes del lecho de la ría y en una zona muy urbanizada, con
paseos y parques que hace más chocante que en esa zona de Galicia exista esta
inmundicia tan antigua y que siga allí», espetó Boulland en la sesión, pero sin
abandonar un tono de agradecimiento a las autoridades y colectivos que guiaron
su visita a las rías.
El
eurodiputado avanzó que ahora analizarán los documentos que les remitirá la
Xunta para verificar que el agua que se vierte sobre la ría coruñesa tiene una
depuración correcta, «pero en todo caso circula sobre lodos y debemos ver si no
podemos contribuir a que mejoren las cosas y sobre todo en la eliminación de
estos lodos que a mí me han parecido escandalosos», añadió.
Dura crítica
letona y austríaca
Para la
letona del grupo Verde Tatjana Zdanoka, que también integró la delegación que
visitó Galicia, la situación más delicada es sin embargo la de Ferrol, «pero la
situación no es buena en las otras rías tampoco». La eurodiputada subrayó que
las autoridades locales les aseguraron que la calidad de las aguas es buena,
«aunque hay presencia de ciertas sustancias», dijo sin concretar más.
La letona
sugirió que el cuidado de las rías gallegas puede generar «nuevos puestos de
trabajo verdes en las tareas de limpieza». Pero para ella «las autoridades no
me han dado buena impresión en su relación con los peticionarios
[denunciantes], no han colaborado con ellos y los contactos personales no
funcionan muy bien. Espero que el primer resultado sea una mejora de esas
relaciones para mejorar los problemas que nos han planteado», indicó.
La tercera
visión extranjera, la de la austríaca Angelika Werthmann, que se declaró
desconocedora de cualquier realidad acuática ajena a los lagos de su país,
advirtió su suspenso en el informe final al decir que «en algunos sitios olía
muy mal y la gente decía que no quiere vivir ahí». «Vimos objetos en el mar e
inmundicia, pero las autoridades locales dicen que todo está bien. ¿Qué estamos
nosotros ciegos?», se preguntó con dureza.
Menos
drásticos, pero exigentes se mostraron tanto el socialista Sánchez Presedo,
como la nacionalista Ana Miranda, o el comunista Willy Meyer, que demandaron
más dedicación por parte de las Administraciones española y gallegas, a las que
reprocharon su retraso frente a la contaminación. Los populares Francisco
Millán y Carlos Iturgaiz ensalzaron en cambio el trabajo e inversión
realizadas, pero ninguno de los cinco podrá votar el informe final.
Fuente: www.lavozdeGalicia.es
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